Pero el
efecto se desvanece rápidamente si se deja de hacer ejercicio, indicaron los
investigadores.
Las mujeres mayores que
intentan evitar el cáncer de mama quizá deberían empezar y mantener un régimen
de ejercicio regular, según un estudio reciente.
Los investigadores descubrieron que la actividad física regular reduce
las probabilidades de cáncer de mama de las mujeres postmenopáusicas, pero la
protección desaparece si las mujeres dejan de hacer ejercicio.
Los hallazgos no sorprendieron a una experta
"Como cirujana de los senos, una de mis responsabilidades es hablar
con las mujeres sobre las estrategias de prevención", dijo la Dra. Alison
Estabrook, jefa de división de cirugía de los senos de los hospitales Mount Sinai
St. Luke's y Mount Sinai Roosevelt, en la ciudad de Nueva York.
"El ejercicio es ciertamente una estrategia de prevención de las
que hablo por muchas razones, y este estudio enfatiza la importancia de la
actividad física y de su continuidad en los años posmenopáusicos", indicó.
En el estudio, un equipo dirigido por Agnes Fournier del Institut
Gustave Roussy en Villejuif, Francia, dio seguimiento a 59,000 mujeres en edad
posmenopáusica en Francia durante un promedio de 8.5 años.
Durante ese periodo, se diagnosticó a más de 2,100 de las mujeres un
cáncer de mama primario invasivo.
Las mujeres que habían realizado de manera regular durante los 4 años
anteriores el ejercicio equivalente a caminar o ir en bicicleta al menos 4
horas a la semana tenían un 10 por ciento menos de probabilidades de que les
diagnosticaran un cáncer de mama que las que hicieron menos ejercicio.
El impacto del ejercicio regular en la reducción de los casos de cáncer
de mama fue independiente del peso, la grasa corporal, la circunferencia de la
cintura y los niveles de ejercicio que se hicieron entre 5 y 9 años antes,
según el estudio publicado el 11 de agosto en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention.
"Se piensa que la actividad física reduce el riesgo de una mujer de
contraer un cáncer de mama después de la menopausia. Sin embargo, no estaba
claro a partir de cuándo se observa esta asociación después de empezar a hacer
ejercicio de forma regular o durante cuánto tiempo dura después de que se deje
de hacer ejercicio regularmente", dijo Fournier en un comunicado de prensa
de la revista.
"Nuestro estudio responde a estas preguntas. Hallamos que la
actividad física recreativa, incluso con una intensidad modesta, parecía tener
un impacto rápido en el riesgo de cáncer de mama", dijo.
No obstante, dado que el efecto se redujo rápidamente cuando dejaron de
hacer ejercicio, "se debería animar a las mujeres posmenopáusicas que
hacen ejercicio a que sigan haciéndolo", añadió Fournier.
El estudio también "muestra que no es necesario realizar
actividades intensas o con mucha frecuencia; incluso andar 30 minutos al día es
beneficio", indicó Fournier.
La Dra. Stephanie Bernik es jefa de oncología quirúrgica del Hospital
Lenox Hill de la ciudad de Nueva York. Bernik comentó que el estudio francés
"nos aporta más evidencias de que, efectivamente, hacer ejercicio es una
manera mediante la cual las mujeres posmenopáusicas pueden reducir su riesgo de
cáncer de mama invasivo".
El estudio no pudo demostrar una relación de causa y efecto, y "no
se sabe la razón exacta de la reducción del riesgo; quizá estas mujeres vivían
con un estilo de vida más saludable en general", dijo Bernik.
"A pesar de eso, parece que añadir el ejercicio a la rutina mejora
la salud y reduce el riesgo de cáncer", concluyó.
Artículo por HealthDay, traducido por
Hispanicare
FUENTES: Alison Estabrook, M.D, chief, division of breast surgery, Mount
Sinai St. Luke's and Mount Sinai Roosevelt, New York City; Stephanie Bernik,
M.D, chief, surgical oncology, Lenox Hill Hospital, New York City; Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention, news release,
Aug. 11, 2014
HealthDay
(c) Derechos de
autor 2014, HealthDay
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