Hay creencias o ideas asociadas al cáncer que no son del
todo verdaderas o son falsas. Revisarlas es fundamental, dado que la
información adecuada facilita la prevención.
Mito 1: Existen yuyos o suplementos de hierbas medicinales
que curan el cáncer
Ciertos
pacientes consumen estos productos con la esperanza de que pueden ayudar a
curar el cáncer. En realidad, no existen estudios científicos que demuestren su
poder curativo. Algunos de ellos pueden afectar la eficacia de los fármacos que
los médicos prescriben habitualmente y causar efectos secundarios o interferir
con la efectividad de las terapias tradicionales. Por eso, es importante que
los pacientes informen a sus médicos tratantes, si los utilizan.
Mito 2: El cáncer es hereditario
Muchos creen que si un familiar cercano tuvo cáncer, ellos
también lo tendrán. Lo cierto es que la mayoría de las personas que desarrollan
este tipo de enfermedades, no la heredaron de sus padres ni tampoco van a
transmitirla a sus hijos.
El 5-10% de todos los cánceres son hereditarios, es decir,
que aparecen por alteraciones genéticas (mutaciones) que se transmiten de
generación en generación y de padres a hijos. No siempre las personas que
heredan estas mutaciones desarrollarán cáncer, pero su riesgo es más elevado.
En general, la presencia de una mutación predispone a la
aparición de más de un tumor y la identificación de estas familias es
fundamental para poder prevenir la aparición del cáncer en todos los familiares
que estén en riesgo.
Mito 3: El cáncer
inevitablemente lleva a la muerte
Tener cáncer no implica sentencia de muerte. Actualmente
-gracias a la existencia de diversidad de tratamientos- más de la mitad de los
cánceres que se diagnostican de forma temprana, pueden curarse.
La depresión, la angustia y el stress pueden causar cáncer. El hecho de que una persona esté deprimida, triste o con
stress, no genera un riesgo mayor de desarrollar cáncer. No existe ninguna
investigación o estudio que demuestre la asociación entre sentimientos o
estados de ánimo con la aparición de esta enfermedad.
Mito 4: Los edulcorantes artificiales causan cáncer
No existen estudios que demuestren que el consumo de
alimentos y/o bebidas que contienen sacarina, ciclamato y aspartamo produzcan cáncer.
Mito 5: La biopsia acelera el cáncer
La biopsia consiste en la extracción -por medio de una aguja
o bisturí- de una pequeña porción de tejido del cuerpo a fin de analizar la
presencia o no de células anormales (precancerosas o cancerosas).
Algunas personas piensan que a través de una cirugía o
biopsia el cáncer puede diseminarse. Por el contrario, estas prácticas se
realizan con métodos muy seguros, ya que se extreman las precauciones para
evitar que las células cancerosas se extiendan a tejidos sanos. También existe
la falsa creencia de que durante una cirugía, el contacto con el aire puede
favorecer que el cáncer se extienda a otras partes del cuerpo.
Mito 6: Si los tratamientos médicos no logran curar el
cáncer, otras terapias pueden hacerlo
Las terapias complementarias pueden ser un acompañamiento de
los tratamientos que realiza una persona, según las indicaciones médicas.
Algunas prácticas, por ejemplo, permiten el control de los efectos que pueden
producir ciertos tratamientos o la tensión y sufrimiento que puede causar el
estar enfermo. En cambio, otras como el consumo de jarabes o sustancias
derivadas de insectos o reptiles no sólo no aportan al tratamiento, sino que
además pueden interferir negativamente. Por eso es conveniente hablar con el
médico acerca de la posibilidad de su uso.
Mito 7: No hay nada que una persona pueda hacer para evitar
el cáncer
La adopción de pautas de vida saludable (tener una
alimentación rica en frutas, verduras y legumbres y reducida en grasas y carnes
rojas; desarrollar actividad física regular; evitar la obesidad y el tabaco y disminuir la ingesta de alcohol) reducen el riesgo de
enfermar.
Algunos tipos de cáncer en sus etapas iniciales pueden no causar
síntomas y tienen una alta posibilidad de curación si se detectan
tempranamente. Por esa razón, es recomendable la realización de controles
periódicos de salud.
Mito 8: Si fumo pocos cigarrillos no tengo riesgo de
contraer cáncer
El riesgo de desarrollar cáncer aumenta a partir del primer
cigarrillo que se fuma. De hecho, sólo respirar el humo que exhala una persona
fumadora implica mayores posibilidades de contraer enfermedades
cardiovasculares, pulmonares y cáncer. La única cantidad segura de cigarrillos
es cero. Además, es importante promover el cumplimiento efectivo de los
ambientes 100% libre de humo. El tabaco es la principal causa evitable de
cáncer, no sólo de pulmón sino de vías respiratorias altas, vejiga y páncreas,
entre otros. Las personas que dejan de fumar poco a poco reducen las
posibilidades de enfermarse.
Mito 9: El consumo de morfina genera adicción en los
pacientes que tienen cáncer
La morfina es un analgésico opioide que se indica a personas
que tienen dolor severo debido al cáncer u otras enfermedades. Su consumo no
genera adicción. Cuando el dolor está controlado -porque la causa que lo
desencadenó se alivia- puede retirarse paulatinamente.
Fuente: http://origenes.com.ar/
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