Por Aleandro Segebre
El colon es el encargado de eliminar todas las toxinas que
nuestro cuerpo desecha y desafortunadamente no está dotado lo suficiente de un
sistema nervioso para avisar con tiempo que se encuentra en peligro y de que
algo malo le está pasando, por lo tanto lo único que asegura que un colon se
mantenga sano es proporcionarle 50 gramos de fibra al día, agua y lubricación
suficiente para cumplir con el único requisito que puede prevenir un cáncer y
se le conoce con el nombre de prevención.
Más de 65 problemas diferentes de salud son causados por un
colon intoxicado y los más frecuentes que pueden causar la muerte son: colon
irritable, pólipos, divertículos, diarrea, estreñimiento, colitis de Crohn,
apendicitis, colitis ulcerativa y cáncer, en fin, todos ellos causados por un
colon lento, sucio y sin fibra. El problema número uno de la causa de las
enfermedades del colon es el estreñimiento o dificultad para evacuar, y no
saber que se necesitan tres evacuaciones diarias para evitar el estancamiento
de toxinas que pueden llegar a inflamar la pared del intestino y dar inicia a
la primera fase de una enfermedad en el colon que se le conoce con el nombre de
inflamación aguda.
Inflamación tras inflamación por un periodo largo de tiempo,
sin darnos cuenta que un colon lento hace que las toxinas permanezcan demasiado
en contacto con la pared intestinal, puede generar un cambio celular llamado
metaplasia y que se le considera una lesión pre-maligna que puede ser
modificada o revertida a la normalidad si cambiamos nuestros estilos de
alimentación.
Si la metaplasia continúa sin detenerla y sin hacer ninguna
medida correctiva, y ningún cambio en el estilo de vida y alimentación, esta se
convierte en un cambio celular más difícil de regresar a lo normal que se le
conoce con el nombre de displasia y es el inicio de un terreno canceroso debido
a que modifica el ADN de la célula.
Si la displasia continúa y no le prestamos atención a
nuestra salud y no le ponemos atención a nuestros síntomas, esta se puede
convertir en una neoplasia que es el cáncer propiamente dicho, reflejado en un
carcinoma in-situ localizado en la pared del colon, debido a una irritación
constante por malos hábitos de vida y alimentación.
Una de las causas más comunes de cáncer de colon es el
descuido que tenemos en la nutrición, debido a que nuestro sistema de salud no
nos enseña como alimentarnos para estar sanos y a excluir la nutrición de la
curación.
El comer alimentos tóxicos, comida chatarra llena de grasas
trans, puede causar que una capa gruesa se acumule en los vellos intestinales,
impidiendo la absorción de los nutrientes hacia la sangre.
Una comida entra, una función de evacuación se efectúa,
cuando hay función lenta, hay muchas comidas atrasadas en el colon, lo cual es
la principal causa de estreñimiento y síndrome de evacuación tóxica y otras
enfermedades como, colitis, colitis ulcerativa, sangrante, divertículos,
apendicitis, pólipos, prolapsos,
hemorroides y cáncer de colon.
Las funciones normales de evacuación deben ser sin esfuerzo,
sin pujo, sin olor a rata muerta, sin dolor, sin sangrado, sin bolitas, sin
tiritas, bien formadas, y dejando una sensación de satisfacción, alivio
y limpieza cuando termina.
La falta de fibra, agua, y lubricación en la
alimentación hace que el colon se vuelva
lento y perezoso permitiendo que las toxinas se estanquen, causando
putrefacción, fermentación, acidificación y enranciamiento en todo nuestro
sistema digestivo, y derramando estos venenos a nuestra sangre y todas las
células.
La mejor forma de mantener un colon sano y evitar un
cáncer es: 50 gramos de fibra al día (Plantago Ovata), de 8 a 10 vasos de agua,
consumir de 8 a 10 porciones de fruta al día, 2 a 3 porciones de vegetales,
consumir alimentos que contengan cascara como granos, cereales y lubricar el
intestino consumiendo semillas oleaginosas como ajonjolí, calabaza, girasol,
almendra, nueces, avellanas, entre otros.
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