Las mujeres que trabajan más de dos noches a la
semana durante seis años tienen un 50% más de probabilidades de desarrollar
cáncer de mama. Estos riesgos son incluso cuatro veces mayores para las mujeres
que prefieren levantarse temprano por la mañana. Los investigadores creen que
la desregulación del reloj biológico podría ser responsable.
Algunas empresas o fábricas funcionan las 24
horas del día a través del trabajo por turnos, donde los equipos de
trabajadores rotan cada ocho horas (el famoso “tres ocho”). Inevitablemente,
algunos empleados están obligados a trabajar por las noches. Esto incluye a una
de cada diez personas en Europa y una de cada cinco personas en los Estados
Unidos. Sin embargo, estas prácticas tienen consecuencias para la salud.
Los trabajos realizados en 2007 por la Agencia
Internacional para la Investigación del Cáncer (Circ) han mostrado que el
trabajo nocturno desregula el reloj biológico y es probablemente cancerígeno.
Un estudio dirigido por la Sociedad danesa contra el cáncer acaba de publicar en
Occupational and Environmental Medicine un nuevo documento que va en esa
dirección. Las mujeres que trabajan por la noche son más propensas a sufrir
cáncer de mama.
Trabajo nocturno y cáncer de mama
Los investigadores contactaron a 210 mujeres del
ejército danés, que trabajaron para esta institución entre 1964 y 1990
(alrededor de 218 mujeres en total). Estos militares, desarrollaron el cáncer
de mama entre 1990 y 2003, y todavía estaban vivos en 2005 o 2006. De ellos,
141 aceptaron responder un cuestionario de 28 páginas, sobre su trabajo, su
estilo de vida y el uso de anticonceptivos, las terapias hormonales que han
recibido o la exposición al sol. También se les pidió que indicaran si eran se
despertaban temprano o si preferían quedarse despiertas hasta tarde por la
noche. Sus respuestas fueron comparadas con 551 de sus antiguas colegas, de la
misma edad pero que no habían desarrollado cáncer de mama.
Mamografía

El análisis global de los datos recogidos revela
que las mujeres que trabajan de noche tienen un riesgo un 40% mayor de
desarrollar un tumor de mama. Incluso llega al 50% cuando el trabajo nocturno
se produce por lo menos tres veces a la semana durante seis años, y la
probabilidad de que se declare la enfermedad en mujeres que tienen preferencia
por despertarse temprano se multiplica por cuatro.
¿Desregulación del reloj biológico o falta de
luz?
Una de las hipótesis formuladas por los
investigadores fue la falta de sol y la vitamina D a los que se exponen los
trabajadores nocturnos. Es muy comprometida ya que los autores encontraron que
pasaban más tiempo que sus colegas expuestas a la luz natural.
La otra se centra en la desregulación del reloj
biológico a que estos hábitos conducen. De hecho, somos una especie diurna y seguimos
un ritmo circadiano. Nuestro cuerpo reacciona de manera diferente dependiendo
de la luminosidad exterior. En función de la luz solar se sintetiza la hormona
del sueño, la melatonina, que, entre otras cosas, protege contra ciertos tipos
de cáncer capaces de frenar el desarrollo de las células tumorales.
Los autores reconocen que este trabajo está
potencialmente sesgado, ya que sólo afecta a las mujeres que han sobrevivido al
cáncer de mama. Las cifras serían aún más sorprendentes si se incluyeran también
las mujeres que murieron, y en una muestra más grande podrían ser
verdaderamente representativas.
Para aclarar aún más la situación, el Reino
Unido va a dirigir un estudio para determinar la alteración del reloj biológico
a través del trabajo y estilo de vida. Pero los resultados no estarán
disponibles antes de 2015.
Fuente: http://kerchak.com/
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